Para los hermanos del mundo que me sorprenden y emocionan con sus palabras y sus ojos cuando me pongo a viajar o los continentes y los descubro y encuentro.
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Siempre están allí y también acá, a mi lado, por las cosas que nos unen y porque son los poetas que empujan esperanzas por un mundo mejor, tarea en la que estamos y nos reconocemos iguales. El mismo sendero. Digo, que, nace de lo maravilloso e invisible que adviene en instantes, fluye de las alturas o asciende de las profundidades y se introduce en los silencios para brotar en palabras.
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Ellos son los necesarios barriletes de la vida y este mundo los recibe como a las bandadas de pájaros que nunca dejan de pasar, aquellos que anunciaba el decir de Hesíodo.
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Suelen asomar por debajo de las lágrimas y transformarnos. Entonan las canciones más bellas, canciones de sembradores y de cielos.
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CANTO A LOS POETAS DEL MUNDO
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Alguna vez...
me dijo la poesía,
que su lugar estaba
en fiordos infinitos
que guardan
el corazón íntimo del mundo
entonces,
se iniciaba el encuentro
para escuchar tu voz
como en los sueños.
Irradiabas
tu valor
y tu rostro
siempre heroico,
el mantener intacto
un coraje divino
para crear
los sueños necesarios
en este cada día,
que nos muestra
la vida tan angosta,
que nos nubla,
la construcción de claridades.
Esa vida mezquina
que empequeñece las palabras
y las pierde,
en ese decirse y repetirse
en que cabalga el hombre
un poco desterrado
y feneciente,
otro tanto abismal
y también náufrago.
Es, hermano,
cuando nos descubrimos,
.
como historias de siglos.
Te presiento, hermano,
aún en la distancia.
te adivino,
te descubro, y te quiero,
porque eres,
mi gran eco invisible
mis canciones de estrellas,
mis largos nacimientos.
.
Eres,
lugar de palabras
y amores,
lugar de fantasías,
de magia transhumante.
.
Eres,
espacio de pureza
donde viven
candores de niños
y jóvenes,
donde el secreto intenso
es la inocencia,
preñada de ideales,
por un mundo mejor
En cada instante, amigo,
que te nombra
y me nombra,
me sorprendes,
y el mundo
se torna
mucho más grande
más habitable,
más creíble,
como un cálido amante,
Viajas en todo territorio
detrás de los espejos.
.
Eres,
un amor
de sorpresas y embrujos
amor de adolescencia,
primaveras que lo esperan todo,
todo, para siempre.
.
Es verdad
que me alcanzan
tus lágrimas
tus muertes,
y es muy cierto,
.
por otras geografías,
por otros vientos
y desiertos
son otras tus praderas...
Sin embargo,
dibujas semejanzas
y estableces un tiempo
y un latido.
Aquí.
Allá,
más lejano
o más próximo
hermano, amigo,
seguimos juntando
los secretos
del caminante fiel
a sus caminos
caminos pedregosos,
andares del desierto,
bullicios de los valles
donde el alma
a menudo se fuga
con su amante de turno
y se descubre lejos
peregrina, insondable
o cautiva.
Me dijo la poesía...
sí hermano,
me lo contó el poeta malherido
amigo de las luchas,
de molinos de viento.
Lo repitió
el héroe, el desterrado,
vencido y moribundo,
acá tengo sus nombres
no lo olvido.
.
Guardo,
tus inefables continentes,
tus preludios de vuelos
tu rostro de cantor.
Sé,
de gigantes océanos
Sé,
de tanta tierra muerta,
de ciudades,
despertando al olvido
dimensionando las ausencias.
Por momentos,
estás muy lejos
.
sin quererlo,
sin percibir siquiera
que nacimos
abrazados,
a la siembra y el trigo,
al caminante eterno,
a todos los rapsodas
que se cuentan
en su historia infinita de poetas
Así,
como condensa el río
los dibujos del agua,
y los suelta
en voces serpentinas,
llega el abrazo
detrás de las montañas
de mares y de cielos,
el abrazo,
a pesar de las grandes ciudades
que nos han devorado
cada día,
mientras se amontonan
las horas que habitamos
las que quedan vacías...
A veces,
suelo tocar tus filigranas
tus delicadas túnicas,
tus deseos y amores,
tus angustias...
son otros hemisferios
y me interno
buscando tus cadencias,
y teclados,
tus trombones muy graves,
que suenan
.
que nos visitan los días
y sus noches,
la ausencia de la luz,
los esplendores...
Muy juntos,
estamos en los llantos,
y también en los brindis
con las mitologías
queridos visitantes,
paraísos de musas
dioses, magos, alquimias,
Cada día,
te busco
y en cada continente
te encuentro,
quiero saber de ti,
porque eres
el compañero de mi viaje,
ese otro habitante
de mi lámpara tibia.
Eres el otro,
el que me dice
que jamás
se abandona la poesía,
que nunca
se callan los poetas
por ese sentir de profecía
en tiempos tan desnudos
envejecidos y violados
tiempos de herencias negras
de guerras y de muertes,
tiempos...
de estremecimientos compartidos.
Ayer.
Hoy.
Ahora.
Mañana.
comprendí,
que tú estabas
muy cerca,
detrás de mis pupilas,
que tienes tus ventanas
frente a las mías
con muchos macetones de flores
como los pueblos tristes.
Hermano,
eres necesario
para gestar la vida,
para vencer la muerte.
Teñido estás,
.
y yo,
te hago visible,
y me acerco,
una tarde
clara de primavera
para amarte en silencio
con amor de poeta.
Y así,
seguimos juntos,
contando
cosas de la poesía
alas, metamorfosis
paradigmas y ensueños.
Eres,
aquella identidad
de pájaro y estrella
y en las alturas vives
donde se mece el viento,
más alto
y más gigante,
en tu coraje,
de crear
y crearnos la vida.
Por eso digo,
poetas del mundo
poetas de los mundos
creadores de poesía,
barriletes que anuncian
la esperanza del hombre
el valor
de asumirse poetas
en tiempos,
de guerreros y soles,
de manantial y fuentes,
de sequías y muerte.
Alguna vez,
me dijo la poesía...
que su morada estaba...
.
Leonor Escardó
.
Poeta del Mundo
Secretaria Nacional de
Argentina (Poetas del Mundo)
Red de Escritores Hispanoamericanos
REMES – España
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