MYRTHA MYRIAM SORONDO
myrmirsor@hotmail.com
Montevideo Uruguay
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Myrtha Myriam Sorondo, poeta y narradora uruguaya, nació en Montevideo, Uruguay el 3/5/52.
Desde muy temprana edad ha dedicado la totalidad de su capacidad creadora a la literatura, especialmente en el rubro poético, aunque también se ha destacado como narradora.
Ha publicado:
1979: Nathael (Narrativa infantil y poesía)
1993: Equilibristas del Universo (Poesía)
1993: Cuando nazcan los tulipanes (Poesía)
1994: Los mendigos (Poesía)
1994: Publica en “Los cuentos del Gallito” – Diario el País de Montevideo, “Aprendiendo con mi tío” y Florito y Festón” (Cuentos para niños)
2013: Poesía - Selección personal. (Este libro será presentado en el Ateneo de Montevideo el día 8 de abril de 2013)
Sus poemas integran numerosas antologías nacionales y extranjeras.
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DISCRIMINANDO OTOÑOS
Cara de mármoles
legendarias rosas
Cumbre de brisas
y una estación
a la hora de la tierra.
Trasparencias doradas
guardianes de iglesias
mientras un Ángel reza su sueño.
Murallón de franquezas
vivencias ocultas
regalando migas
sin calmar el hambre.
Hay una melodía
casi niña
cuando amasan panes
en bautismos celestiales
donde escaleras verdes
suben brazos de gorriones blancos
meditando palabras
y aprendiendo leyes nuevas.
Buscar verdades no es delito
para los que a veces soñamos.
Jardines de misterior
boca de túnel roja
ceremonia en números grises
tratando de preguntar
si vivir
es pedir disculpas.
Lejanía de vidrios
implacables rejillas
demacrados árboles
sin saber
que el día ha terminado.
Uno más
otra vez
enfrentando los golpes
del desgarrado viento
que invita a vivir sobre sonidos de sangre.
Solos
pero sin culpas
de espaldas al río inviolable
de terciopelo verde
ajado de anochecer palabras.
Queda tal vez
sin misterio algún milagro
en el bronce perfecto
del mañana.
DIAGRAMA DE VÉRTICES
Gloria.
Para los siempre solos
Gloria.
Para los que aún
no han entendido
la culpa de ser inocentes
arrastrando los temblores de este siglo.
Dejemos en algún papel
alguna verdad de sentimiento.
Escapemos de la intriga, la maldad
y esa nada
que va envolviendo los jarrones de angustia.
Gloria.
Para los que aún cuentan sus monedas
encontradas en la tierra.
Gloria.
Por siempre y para siempre
para los que aún lloran.
Gloria.
De poder decir verdades
sin importar la trasparencia
de la palabra
y saber
que el viento es el viento
que la risa es la risa
y la pregunta
investiga los misterios del alma.
Gloria.
Para las rosas anochecidas
melancólicas
casi sublimes.
Gloria.
De poder amanecer suspirando sueños
reteniendo memorias
investigando momentos.
Gloria.
De hundir la cara en el agua
buscando la sabiduría infinita
en la frente de almendras.
Ámbar nocturno
claridad de versos
gaviota niña, sencillez en las manos
caricia dormida, ave azul, letanía de voces…
Gloria.
Gloria.
Gloria.
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